2º Flashback

Después de que fermentara la idea del guión de una película en un bar (¡ay! Si es que además de vender antidepresivos refrescantes, ser refugio de la parienta, sitio de reunión de machos alcoholizados viendo el partido, estancia de cincuentones solitarios que se ponen finos en la barra, erasmus que flipan con la "sangría con garrafón on de rocks" que les han dado y recinto de reunión de viejos jugando al dominó sirve para otras cosas) sacamos en claro una hoja y media de apuntes guarrindongos.

Fran, creo que otro día beberemos menos cuando escribamos ideas para la película.

Al poco tiempo cada uno estuvimos pensando sobre nuevas posibles escenas a agregar y la concretación, modificación o eliminación de las que ya escritas. Nos reunimos nuevamente pero esta vez sin alcohol de por medio y nos contamos las ideas. Las que nos gustaban y nos hacían
gracia las apuntábamos y las que no también por si acaso, siempre hay tiempo para descartarlas. Esto es una regla de oro (aunque lo ponga en negrita) que nunca hay que olvidar: Nunca, nunca, nunca, descartes una idea. Apúntala salvo que sea una soberana estupidez.
Tras esta segunda reunión sacamos unas 3 hojas igual de higiénicas que las anteriores pero algo más definidas y ya teniendo claro el argumento que queríamos y un par de escenarios.

Javier.